Santuario Guadalupano de Zamora en Michoacán.
Fotografía de Ricardo Galván Santana y Francisco Magdaleno Cervantes.

martes, 13 de septiembre de 2011

Virgen Santísima de la Asunción en Tingüindín II - Texto de don Ramón Pardo Pulido - Fotografía de Luis Francisco Duarte Medina



La Virgen Santísima de la Asunción 
(Segunda Parte)

Ha sido, pues, para nosotros, providencial, que el Hermano Ma­rista, D. Jesús Cárabes Pedroza, sin habérselo siquiera propuesto, ha­ya contribuido para la historia de su pueblo natal, con el precioso dato que enseguida vamos a dar a conocer, como si la Virgen de la Asunción, hubiera querido premiar su vida de fervor mariano, y su, ya muchos años de educador religioso.

Estos son los documentos:
"Museo Nacional de Antropología". México, D. F.
"Papeles de Nueva España. Segunda Serie. Tomo VII (Su­plemento) Relaciones Geográficas de Michoacán".
"Relación de Chocandirán-Tingüindín". "Años de 1579-1580". "(Folio 7 vta)"

En la Nota Número 26. "En este dicho pueblo de Chocandirán (Tingüindín) ay un derigo, ques el Cura que tiene en doctrina a los naturales, el qual sale a vesitar por los sujetos a este dicho pue­blo: llamase la abocación (advocación) de la Iglesia desta cabecera Nuestra Señora de la Asunción. El fundador desta Iglesia fue un frayle de la orden del Señor San Francisco que se dezia fray Miguel (Fray Juan de San Miguel) los cuales en aquel tiempo tenían a su cargo a los naturales, y los dejaron y pusieron clérigo".

Nota Número 37. "En este dicho pueblo ay un espital (hospi­tal) en que se curan los enfermos, el cual fundo el dicho fray Mi­guel (Fray Juan de San Miguel) avra (hará) más de qua renta años (p. 13 fte.) es pobre no tiene rrentas nyngunas; sustentase de limos­nas que piden los naturales".

Y en el año de 1789, poco más de doscientos años después, del documento anterior, se confirma plenamente, que ya existía de mu­cho tiempo atrás, el culto y dedicación del templo parroquial a la Santísima Virgen de la Asunción, como sigue:

"Archivo General de la Nación". México, D. F.
"Número 19. Idea del Estado en que se hallaba el agregado de Tingüindín en el año de 1789, ff. 227-236".
"Moran en esta cabecera diez Familias de Españoles, y once de Mulatos y hay dos tendejones, etc.".
"Celebran los Indios anualmente las funciones de Nuestra Se­ñora de la Asunción, la Purísima Concepción, San Pedro y San Mi­guel, etc."

Quiere decir que los tres barrios en que todavía, a la fecha, se divide el pueblo, existen también desde tiempo inmemorial Y res­pecto a la fiesta anual del pueblo, en la Nochebuena, aunque segu­ramente es de muy antiguo su origen, todavía en ese año de 1789, no se había establecido, pues si así hubiera sido lo hubieran enton­ces mencionado al hablar de las fiestas anuales de Tingüindín:

Respecto a la fecha exacta .en qué Fray Juan de San Miguel, haya ordenado la construcción del templo, y la fundación del pri­mer hospital, aunque no se precisa en los documentos anteriores, sí se puede conjeturar, con más o menos exactitud, máxime que en 1579, nos dicen "avra (hará) más de cuarenta años", lo que vendría a dar­nos exactamente el año de 1539.

Y debió de ser así, por los años en que Fray Juan de San Miguel, en su plena juventud, se dedicó a la fundación de la hoy ciudad de Uruapan y a recorrer pueblo por pueblo, toda la sierra michoacana, para hacer la catequización de los indígenas y reunirlos en poblados, pues, por esos años, por el temor a los conquistadores españoles, los nativos vagaban errantes por los montes y profundas barrancas.

Al escribir antes, sobre Fray Juan de San Miguel, dijimos, más o menos, resumiendo:

Que llegó a Michoacán por Guayangareo, donde después fue Va­lladolid, y hoy la ciudad de Morelia, en el año de 1531, y en compañía de Fray Antonio de Lisboa, fundaron en ese lugar la primera "doc­trina" de indios. Que poco tiempo después, quizá un año, habiendo ya aprendido la lengua "tarasca", solo, sin más bagaje que su brevia­rio atado a las cuerdas de su hábito de religioso, a pie, y descalzo, em­prendió el camino hacia el sur, a las empinadas y bellas serranías de Uruapan, y dio principio a la fundación de esa bella ciudad. Y segu­ramente que al mismo tiempo, que atendía esa fundación, recorría los pueblos de los alrededores en' su afán de evangelización y de mejora­miento de los nativos, tan perseguidos y vejados en esos días de la con­quista.

Sabemos que en 1533, por orden de Fray Martín de Valencia, su Superior, salió con la infortunada expedición que Don Hernán Cor­tés, armó en Tehuantepec al mando de uno de sus capitanes Don Die­go de Becerra. Se rebelaron los soldados contra sus jefes, y abandona­ron a Fray Juan de San Miguel, posiblemente finalizando ese mismo año de 1533, en las costas de Zacatula en Jalisco.

Volvió de inmediato a Uruapan y no volvió a salir sino hasta el año de 1540, en que se pasó primeramente de Prior a San Francisco de Acámbaro, en su convento franciscano, y años después a la fundación de San Miguel el Grande, hoy San Miguel Allende, en el Estado de Guanajuato.

Por allá llegó a los años de su vejez, y solamente regresó nueva­mente a Uruapan, para morir en su pueblo tan querido, ya antes lo informamos, en fecha que no ha sido posible precisar, pero segura­mente que después de 1565, año del fallecimiento en Uruapan, de don Vasco, quien murió en los brazos de Fray Juan de San Miguel.

Nota del Editor: el texto fue obtenido del libro "La Historia de Tzingüichuri (Tin Güin Din) (Tirindini)", páginas 117 a 119. La edición data de 1957 y fue impresa en los talleres de Impresiones Precisas Alfer, en México, D.F.

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