Santuario Guadalupano de Zamora en Michoacán.
Fotografía de Ricardo Galván Santana y Francisco Magdaleno Cervantes.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Los pelícanos borregones arribaron a la parte michoacana de la laguna de Chapala, en el municipio de Cojumatlán


Visitantes admiran la llegada

del pelícano borregón

Redacción/Quadratín 


Foto: Especial

MORELIA, Mich., 23 de diciembre de 2012.- Michoacán continua consolidándose como una entidad con amplia biodiversidad, lo que le permite además de la conservación de diversas especies la presencia y admiración de fenómenos naturales, uno de ellos es el arribo de los llamados pelícanos borregones en la Isla de Petatán en Cojumatlán de Régules y al lago de Cuitzeo, durante esta temporada invernal.

De acuerdo con un boletín de prensa, desde noviembre pasado, al igual que las mariposas monarcas en el oriente del estado, el pelícano borregón está presente como ave migratoria, para permanecer hasta la llegada de la primavera, siendo visitado este santuario por turistas estatales, nacionales y  extranjeros.

La Secretaría de Urbanismo y Medio Ambiente (SUMA), recordó que esta ave comúnmente conocida como pelícano blanco, pelícano blanco americano, o pelícano borregón (en Chapala) y como “chondón o chundón” (en Cuitzeo), intensificó su arribo en la primera semana de diciembre.

Su plumaje es blanco excepto por las plumas primarias y secundarias de las alas que son negras. Macho y hembra son iguales, con excepción de ser el macho ligeramente mayor, de hasta 7 kilogramos de peso, aunque pueden llegar a los 14 kilogramos. De longitud logra de 1.3 a 1.75 metros, con una envergadura en las alas de 2.4 a 2.9 metros. El pico de color amarillo-anaranjado tiene una longitud de 28 a 47 cm.

La nidada usual es de dos huevos, incubados por los dos padres y toma de 29 a 36 días. Los pichones nacen desplumados y dependen en su totalidad de los padres. Se valen por sí mismo a los 75 días. En la naturaleza este pelícano puede tener una longevidad de 26 años. La mortalidad de los pichones es alta, considerándose en aproximadamente un 40 por ciento; su alimentación consiste principalmente de peces y la complementa con algunos crustáceos e insectos.

Son pelícanos que viven en lagos de agua dulce, originarios de Groenlandia, Columbia Británica; Alberta, Manitoba y Ontario, Canadá, de donde viajan a lugares más cálidos, hibernando desde La Florida hasta Guatemala en las Costas del Golfo de México y en cuerpos de agua continentales de México como el lago de Yuriria, Guanajuato; Cuitzeo y Cojumatlán de Régules, Michoacán; y Chapala, Jalisco para lo cual ejecutan distancias de vuelo de 3 mil 800 kilómetros a una altura de hasta 3 mil 050 metros, recorriendo distancias de 500 kilómetros al día.

En Chapala este fenómeno de arribo anual del pelícano borregón es apreciado desde hace 30 años con mayor regularidad y cantidad en las proximidades del pueblo de Petatán, municipio de Cojumatlán de Régules. Favorece la permanencia y llegada, la alimentación que hacen los pescadores con el desperdicio del pescado fileteado que es hasta de 12 toneladas diarias.

En Chapala se estima el arribo anual de 20 mil especímenes. Llegan primero los pelícanos de edad más avanzada, dirigidos por el principal al que llaman los habitantes de la región “el jefe”, que se caracteriza por ser de color gris. Al día siguiente o a los dos días, llegan los demás. Esto se ha convertido en un atractivo turístico que beneficia a más de 500 familias de oficio pesquero primordialmente.

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