Santuario Guadalupano de Zamora en Michoacán.
Fotografía de Ricardo Galván Santana y Francisco Magdaleno Cervantes.

martes, 15 de febrero de 2011

Área arqueológica de Xucunan, en Jacona



La zona arqueológica de El Opeño, ubicada en los límites de la ciudad de Jacona en su extremo sureste, ha llamado la atención de la comunidad científica, tanto a nivel nacional como internacional, debido a que se considera como el sitio arqueológico con vestigios humanos más antiguo del occidente de México.

En el año de 1938 se iniciaron las excavaciones. Estuvieron a cargo del arqueólogo Eduardo Noguera. Se descubrieron en aquel entonces 5 cámaras funerarias. Posteriormente, en los años 1970, 1987 Y 1991, se realizaron otros trabajos de exploración que estuvieron a cargo del arqueólogo Arturo Oliveros.

En la actualidad, y a lo largo de varias etapas de excavación, se han descubierto un total de doce tumbas, numerosos restos óseos, figurillas antropomorfas, cerámica y restos de material lítico.

De la información obtenida en las excavaciones realizadas, se pueden concluir tres aspectos importantes, característicos del lugar:

1. SU ANTIGUEDAD, que se sitúa alrededor de los 1,300 años A.C., ubicándola como una de las regiones con vestigios de sociedades sedentarias más antiguos en el occidente de México.

2. SU ARQUITECTURA FUNERARIA, que es muestra evidente de la preocupación que aquellos antiguos pobladores tenían por el ritual mortuorio. La atmósfera con que rodeaban las ceremonias fúnebres y la convivencia que tenían con los muertos en su viaje al más allá, quedó plasmada en el lugar en que los sepultaron. Se han encontrado ejemplos notables de estas complejas construcciones en que la manera de edificar las cámaras funerarias en el subsuelo de la zona demuestra el gran conocimiento de la arquitectura y de la ingeniería que se tenía en aquellas épocas. Este tipo de tumbas es único y es el más antiguo en toda América. Aunque hay tumbas muy similares en Jalisco, Colima, Nayarit, Colombia, Perú y Ecuador, pertenecen a épocas posteriores.

3. SUS OFRENDAS, que están constituidas por cerámica elaborada en la técnica al “negativo”; figurillas antropomorfas; objetos de concha, jade y turquesa (indicadores de la organización y comercio establecido con lugares lejanos); instrumentos y objetos líticos; puntas y desechos de obsidiana, y pulidores de piedra y ornamentos (pectorales en forma de caparazón, hechos también de piedra).

Es importante mencionar la presencia de una ofrenda consistente en un conjunto de figurillas antropomorfas, 10 en total: 5 masculinas y 5 femeninas que representan a jugadores de pelota y a espectadores del juego.
Todo lo anterior manifiesta la importancia arqueológica e histórica que la zona posee. Sin duda, su localización al occidente de México jugó un papel importante dentro de cultura mesoamericana de la época.

De estos hallazgos podemos darnos una idea de la organización político-social de los antiguos pobladores de la zona y de alguna forma de los conocimientos arquitectónicos de aquella época.

A raíz de las últimas excavaciones realizadas en la zona arqueológica del “Opeño” en el año de 1991, surgió el interés por parte de un grupo de jaconenses entusiastas y amantes de su tierra, por conocer lo que se ha venido realizando en materia de investigación arqueológica en la región. Con los nuevos descubrimientos, renació el interés, que por varios años permaneció dormido, de conocer mejor y conservar un patrimonio arqueológico que celosamente se halla guardado en las entrañas de la tierra. Es así que se constituyó una Asociación Civil a la que se llamó Jaconenses por el rescate y conservación de las zonas arqueológicas de la región de Xucunan que tiene como objetivo fundamental el de preservar, conservar y difundir la importancia que tiene la zona arqueológica de El Opeño como patrimonio cultural en nuestra región.



Todo el material sustraído de las excavaciones se encuentra bajo custodia de las autoridades en la materia y en exhibición en el Museo Nacional de Antropología e Historia. Las obtenidas mas recientemente, en las últimas excavaciones efectuadas por el arqueólogo Arturo Oliveros, se encuentran en proceso de clasificación y estudio por personal calificado del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Todos estos tesoros arqueológicos serán devueltos en cuanto se tenga construido un museo de arqueología en la región. Existe, además, un compromiso entre el INAH y la asociación jaconense, para enriquecerlo con piezas arqueológicas de todo el occidente de México y del Estado.

Es así que Jaconenses por el Rescate y Conservación de las Zonas Arqueológicas de la Región de Xucunan se ha dado a la tarea de construir un museo regional. En breve se dará inicio a la recaudación de fondos económicos pro-construcción del museo. Ya se obtuvo del Ayuntamiento de Jacona un área de donación de aproximadamente 4, 800 metros cuadrados para su construcción y la asociación jaconense se anotó un éxito más al obtener, por parte de la Federación, la autorización para emitir recibos deducibles de impuestos, como hace constar en El Diario Oficial de la Nación del lunes 30 de noviembre de 1992 en su anexo 11 fracción VI.

Jaconenses por el Rescate y Conservación de las Zonas Arqueológicas de la Región de Xucunan nos invita a zamoranos y jaconenses, y en general a todos los habitantes de nuestra región, a contribuir y participar en la construcción de un museo digno de nuestras ciudades y de nuestra región sin que se afecte nuestra economía, ya que nuestras contribuciones serán totalmente deducibles de impuestos.

Estamos ante la oportunidad de contar con un espacio adecuado para fomentar nuestra identidad local a través de la difusión de los hallazgos arqueológicos del área de Xucunan

(Texto publicado originalmente en la revista Entorno, de Ingenieros y Arquitectos de Zamora, A.C.).

1 comentario:

Anónimo dijo...

11/12/2016 aún no veo que empiece la construcción del museo, ¿donde estará ubicado?

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