(Texto publicado en el Semanario Guía de Zamora)
Tendríamos que cavar profundo en la historia de Zamora para
encontrar otro caso en que nuestra sociedad estuviera tan polarizada como
ahora, con el asunto del desmantelamiento de La Gran Familia, de Mamá Rosa.
La avalancha de información ha trascendido desde lo local,
manifestado principalmente a través de las redes sociales de Facebook y la
prensa zamorana, hasta los medios de difusión internacionales, pasando por los
estatales y nacionales.
El pasado martes por la mañana lo primero que surgió en
Zamora, en Facebook, fue la duda y el malestar de los usuarios de la calzada
Zamora-Jacona por los problemas de tránsito que provocó el bloqueo de esta
importante vía de tránsito vehicular por el bloqueo del operativo frente a La
Gran Familia. Esta molestia fue rápidamente sustituida por otra, mucha mayor,
cuando se difundió la noticia de que se estaba interviniendo la institución y
deteniendo a su directora fundadora: Rosa Verduzco. Pero allí también surgió la
polémica.
Las opiniones avanzaron desde entonces en dos direcciones.
La indignación, por una parte, porque el operativo aparecía más como para
atrapar a un delincuente prófugo, como La Tuta, que a una anciana de 80 años.
Por la otra parte, comenzó a generalizarse el comentario de que ya era hora de
que las autoridades tomaran cartas en el asunto de los abusos en La Gran
Familia que desde hace mucho tiempo eran conocidos como vox pupuli en todo
Zamora.
En los medios de difusión nacionales surgió un proceso
parecido. Se generó un enorme despliegue informativo a partir de una
conferencia de prensa encabezada por el procurador general de justicia del país
y el gobernador de Michoacán. Inmediatamente, en coro, todos los medios dieron
por hecho los términos en que se calificó el caso y a sus protagonistas en la
casa hogar zamorana.
En las redes sociales locales se alimentó la polémica:
quienes apoyan a Mamá Rosa y su Gran Familia denunciaron un linchamiento
mediático; sus detractores, aseguraron que lo difundido por la prensa son
hechos incontrovertibles y secretos a voces que ya eran consabidos en Zamora
desde hace mucho tiempo.
Desde sus páginas personales en Facebook, usuarios de esta
red social han están manifestando argumentos en defensa o en ataque. En un
análisis somero de los textos, se advierte que los ataques suelen ser
virulentos, emitidos desde emociones que expresan odio y fundamentados en
elementos de un imaginario colectivo que ha definido a “La Jefa” como la
terrible madrastra de los pobres zamoranos huérfanos. A esta imagen corresponde
la amenaza que se da, hasta en las mejores familias de la región, en que se
advierte a los niños de que, en caso de portarse mal, los llevarán con Rosa.
En el otro plato de la balanza se advierte la desesperación
de usuarios que buscan argumentos para defender las causas de La Gran Familia:
se rescatan videos de presentaciones musicales; de reportajes que la televisora
local TVZ realizó como homenaje a la Gran Familia con testimonios de la propia
Rosa; de datos que hablan de una institución respaldada oficialmente en México
y desde el extranjero y de los frutos de la institución a través de hijos
formados incluso como profesionistas.
En el plano de la información a través de los medios
nacionales también se ha transitado de la información completamente negativa a
una suerte de equilibrio que está generando confusión.
Al primer impacto de declaraciones en la original rueda de
prensa se sumaron contradeclaraciones de intelectuales prestigiados que se han
acercado a la Gran Familia. Enrique Krauze y Jean Meyer se han hecho presentes
en este sentido tanto en redes sociales como en medios electrónicos. Los mismos
reporteros, ya desde Zamora, han dado cuenta de la polarización de opiniones
que se vive en la ciudad y los
conductores de noticiaros han pasado de una condena total a una moderada duda.
Escribo el jueves por la mañana, en el límite de cierre de
esta edición de Guía. Sin duda, la información en medios nacionales seguirá
como prioridad hoy y mañana, bajará un poco el fin de semana y se retomará el
lunes. La próxima semana, en que probablemente ya podremos hablar de posibles
desenlaces, retomaremos la temática.
En las redes sociales locales se ha generado una página de
Facebook, para apoyar a Rosa, que al momento lleva más de mil adherentes y
crece exponencialmente. Se ha aprovechado este medio cibernético para convocar
a una marcha de solidaridad con ella y se recogen testimonios de personas que
son “hijos de Rosa” y hablan bien de La Gran Familia, en contraste con
testimonios de otros ex habitantes de la institución que hablan mal desde sus
páginas personales.
Las preguntas fundamentales que tendremos qué hacer en adelante no estarán centradas ni en la buena o mala imagen y el futuro de Rosa o de su Gran Familia, sino en el de estas generaciones de desamparados y de las que están naciendo y por nacer. ¿Quién cubrirá el hueco de las muchas cosas positivas que han dejado de hacerse? No me digan que alguno de los gobiernos.
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