Santuario Guadalupano de Zamora en Michoacán.
Fotografía de Ricardo Galván Santana y Francisco Magdaleno Cervantes.

miércoles, 9 de febrero de 2011

La Casa Ramos en Zamora


En el número 37 de la calle de Amado Nervo, se levanta una de las casas importantes de la ciudad. Fue comprada en el año 1940 por su actual propietaria, la señora Carmen Valencia López de Ramos y su historia es tan compleja como interesante.

A finales del siglo XIX, la casa perteneció al canónigo Rafael Ochoa (que fuera vicario general de la mitra), quien la obtuvo de la siguiente forma: un quinto por compra que hizo a Ignacia Ochoa Plancarte; otros dos quintos como cesionario del señor Enrique Montigny, quien los compró a los señores Rafael y Francisco Ochoa Plancarte y los otros dos quintos por cesión de Rafael, Francisco e Ingancia Ochoa; herederos de la sucesión testada de la señora Ingancia Plancarte -cuyo juicio testamentario se radicó en el Juzgado en lo Civil, en Zamora, el 28 de mayo de 1885- constando los contratos de compra-venta en escrituras públicas del 12 de septiembre y 5 de diciembre de 1891 y 1892, otorgados por Diego Méndez y 3 de noviembre de 1900 ante el notario José de los Cobos en la ciudad de México.(l)

El canónigo Rafael Ochoa declaró por heredera universal a su hermana, Josefa Ochoa, según el juicio testamentario realizado en Zamora, el 26 de mayo de 1905. En la casa también vivía José Ochoa Plancarte, quien realizó su testamento el 9 de julio de 1912. En este documento dejó como heredera de la casa, cuya dirección en ese momento era Mercaderes 29, a su hija, la niña María Elena Ochoa. En el mismo, aclara que no hay un documento que pruebe la propiedad, pues por un convenio privado, pagaba contribuciones Ignacia Plancarte de Ochoa según declaró, el 24 de diciembre de 1913, Josefa Ochoa. Este convenio familiar no se formalizó, pero tenía tal fuerza que por eso José Ochoa Plancarte se consideraba como el dueño real de la casa y se decidió a reconstruirla, según declaró en su testamento.(2) Es decir que si bien la casa pudo haber sido edificada a mediados del siglo pasado, adquirió su actual fisonomía neoclásica, entre 1900 y 1910.

La señorita Josefa Ochoa murió en 1915 y dejó como heredero universal de sus bienes al señor Antonio Plancarte Igartúa. Por lo tanto, recibió la casa como heredero de la señorita Ochoa (tres quintas partes) y como permuta de inmuebles con doña Mercedes Ochoa de Hurtado (una quinta parte), según escritura 22 del licenciado Rodríguez Zetina, del 22 de septiembre de 1920. Pero al tener en cuenta el convenio familiar que José Ochoa mencionaba en su testamento, el señor Plancarte Ingartúa cedió los derechos sobre la casa a María Elena Ochoa, por 1,000 pesos.(3)

Elena Ochoa y Ochoa de Lezama no estuvo mucho tiempo en propiedad de la casa: en 1924 radicaba en la ciudad de México, y la vendía a María Luisa Ochoa Beracoechea de Verduzco. El precio de venta fue de 4,720 pesos.(4) Esta última -que residía en Guadalajara- la mantuvo hasta 1940, fecha en la que vendió la casa a su actual propietaria, la señora Carmen Valencia de Ramos donde vive con su esposo, don Javier Ramos Ruiz. El predio tiene 25 metros de frente por 34 metros de fondo y el precio de la operación fue 4,720 pesos. Sus linderos eran, al sur, la casa del canónigo Luis García (nacionalizada, ex colegio de San Luis y actual Gabino Barreda); al poniente Jesús Salas, al norte, casa de don Francisco García Urbizu y al oriente casa de Gabriel Murguía.(5)

Como la mayoría de estas casas, ésta tiene dos patios y un jardín. Conservó durante muchos años el patio empedrado y las columnas de madera, mismas que fueron reemplazadas por estructuras de concreto alrededor de 1950. La fachada tiene ventanas, dintel y pilastras de cantera y los muros de arenisca fueron aplanados con cemento y plantean a los propietarios serios problemas de conservación.(6)

    
NOTAS
(1) ANM. Juzgado de 1a. Instancia del Distrito de Zamora. Licenciado Arturo Rodríguez Zetina. Núm. 117; 16 de julio de 1921. Es evidente que debe haber sido una gran propiedad de la familia Ochoa, que se dividió con el transcurso del tiempo. La casa tenía el No. 21, al oriente de la que se está tratando, era de la señora Josefa Torres Salcedo de Méndez (ex viuda de Ochoa), quien murió en 1921 y dejó heredero a Antonio Plancarte Igartúa. AMZ. Juzgado de 1a. Instancia. Núm. 62; 7 de noviembre de 1921.
(2) ANM. Juzgado de 1 a. Instancia del Distrito de Zamora. Núm. 53; 28 de octubre de 1921 ‘Protocolización del juicio testamentario a bienes del señor José Ochoa Plancarte’.
(3) ANM. Juzgado de 1 a. Instancia del Distrito de Zamora. Licenciado Arturo Rodríguez Zetina. Núm. 117; 16 de julio de 1921.
(4) ANM. Juzgado de 1 a. Instancia del Distrito de Zamora. Licenciado Arturo Rodríguez Zetina. Núm. 2; 12 de mayo de 1924.
(5) Escribano Arturo Rodríguez Zetina. Núm. 2919; 14 de febrero de 1940.
(6) Carlos Ramos Valencia. Comunicación personal. Zamora, octubre de 1988.

(Texto publicado originalmente en la revista Entorno, de Ingenieros y Arquitectos de Zamora, A.C., con con la autoría de la doctora Nelly Sigaut, profesora investigadora del Centro de Estudios Históricos de El Colegio de Michoacán, y con datos aportados en su libro Catálogo Arquitectónico del Bajío Zamorano, Primera Parte: la Ciudad de Zamora, publicado por el propio ColMich. Las extraordinarias fotografías que ilustran los reportajes gráficos de Entorno son de Alberto Vázquez Cholico).

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