(segunda parte)
A
pesar de que la sociedad del poblado la formaba en su totalidad la clase
media, la mayor parte de los varones usaba trajes de casimir y las
damas se caracterizaban por la elegancia en su vestimenta.
Este
momento inolvidable, cuyo recuerdo provoca nostalgia en los habitantes
que aún subsisten, tuvo su fin dos años después del inicio de
la revolución política de 1910. No debemos pasar por alto el hecho
histórico que tuvo lugar el 11 de mayo de 1910, fecha en que un
grupo numeroso de vecinos se levantó en armas en favor del movimiento
armado del país , en el que tomaban parte, acaudillados por
el señor Jesús García, el profesor Jesús Romero Flores , David Martín
Quiroz, Pablo Tortoriello, Juan Nepomuceno Silva, Alfonso Valdés
y gran número
de personas que sería difícil enumerar.
Como
consecuencia del fenómeno social que afectó a todo el país,
un
gran número de personas emigraron a diferentes lugares
temerosas
de que, después del triunfo de don Francisco I. Madero,
como
Presidente de la República y recordando las consecuencias de
otros
movimientos armados que habían ocurrido en el país casi
desde
la proclamación de su independencia se suscitaran más
movimientos
armados; quedando mermada la población en un
número
aproximado a los 2.500, siendo este el fin de la efímera etapa
luminosa
de la historia de la comunidad.
En
el año de 1912, llegaron a incorporarse a la sociedad de
Tangancícuaro
los últimos emigrantes de origen peninsular, don
Juan
y don José de Rojas Venegas, procedentes de La Habana, y
originarios
de la Villa de Algar, provincia de Cádiz, siendo el segundo,
abuelo
de don Carlos Magaña Rojas.
En
este mismo año, provenientes de la cercana población de
Tlazazalca,
llegaron al lugar Enrique y Agustín Magaña, quienes
adquirieron
por compra, a don Luis Quiroz Robledo, la hacienda de
la
Palma, siendo el primero de éstos padre de don Carlos Magaña
Magaña.
Para
desgracia de la humanidad, catorce años después, el profundo
impacto
que conmovió a Europa por el asesinato del archiduque
Francisco
Fernando, presunto heredero de la Corona Imperial de
Austria
por un patriota servio, el día 2 del mes de julio de 1914,
rompió
la caja maléfica de donde salieron como en la primera caja
de
Pandora todas las desventuras, que hasta la fecha afligen a la
humanidad.
Se
sucedieron una serie de calamidades interrumpidas por breves
intervalos:
la iniciación de la primera conflagración mundial (1914-1918)
la
Guerra Española (1936-1939), la Segunda Guerra
Mundial
(1939-1942) a la que puso fin, por desgracia para la
humanidad,
el funesto tratado de Yalta, que reformó la geografía
política
de Europa, hecho que se constituyó en la causa de
posteriores
divergencias entre aliados vencedores, y fuente del
terrorismo
que aflige a la humanidad y la amenaza con su total exterminio.
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