domingo, 24 de julio de 2011

Historia del Santuario de Nuestra Señora de la Asunción en Tingüindín IV - Texto de don Ramón Pardo Pulido - Fotografía de Luis Francisco Duarte Medina















El señor Cura Don Emilio Ávalos, fue nombrado por sus superiores, para regir el curato de Yurécuaro, a donde salió el 17 de junio de 1955.Y para ocupar su lugar en el curato de Tingüindín, fue designado el Sr. Pbro. Don José de Jesús Cuevas del Río, quien el día 21 de junio de ese año de 1955, tomó posesión de su cargo.

Procuró el señor Cura Cuevas seguir el mismo ritmo de trabajo que el señor Cura Ávalos, en lo referente a las obras materiales del templo, pues en pocas semanas terminó lo que faltaba de los límites del atrio, las columnas de cantera y trabajos distintos de albañilería.

Terminó el pavimento del mismo atrio, arregló un bello y bien cuidado jardín, que le da magnífico aspecto a todo el conjunto de la obra exterior del templo; de ladrillo de mosaico se pavimentaron las banquetas del atrio, en sus tres calles.

Mandó construir las cuatro grandes puertas de hierro, de buen material, buena manufactura y buen gusto artístico, las cuales ya fueron puestas en su sitio, en las cuatro entradas que tiene el templo.

Y las verjas, también de hierro, que irán de columna a columna, en todo el perímetro exterior del atrio, ya han sido colocadas en algunos tramos. Son de bonito estilo y buen gusto, y completan un beloo aspecto al conjunto total del atrio, con sus jardines, y exterior de la fachada del templo.

El ingeniero constructor, que ha proyectado y planifica la nueva torre, la del lado izquierdo, indicó al señor Cura Cuevas, que era indispensable demoler hasta los cimientos, la que fue principalmente hace muchos años, seguramente durante el tiempo de los Padres Sánchez, y que llegó a más o menos la altura de las bóvedas del templo.

Así se ha hecho, y aparte de su demolición completa, hasta los muy profundos cimientos que tenía, hubo que retirar una grande cantidad de escombros, pero todo ello ya fue terminado, y ya ha iniciado el señor Cura Cuevas, los trabajos para la construcción de la nueva.

Muy aparte de esas importantes obras materiales, el señor Cura Cuevas, a petición de un grupo de vecinos del pueblo, ha aceptado emprender una obra, que espiritualmente habrá de ser muy meritoria, pues se trata de trabajar, y lo ha estado haciendo incansablemente, para obtener de las autoridades eclesiásticas, a quienes corresponda, y cuando sea oportuno, declaren el templo parroquial de Tingüindín, "SANTUARIO DE LA VIRGEN DE LA ASUNCIÓN", por ser, en esa advocación la Reina Madre y patrona de este pueblo.

Nota del Editor: el texto fue obtenido del libro "La Historia de Tzingüichuri (Tin Güin Din) (Tirindini)", páginas 108 y 109. La edición data de  1957 y fue impresa en los talleres de Impresiones Precisas Alfer, en México, D.F.

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