sábado, 7 de mayo de 2011

Templo de San Agustín en Jacona de Plancarte, Michoacán - Arquitecto Luis Ignacio Sandoval

La historia de la parroquia de San Agustín se remonta hasta los tiempos mismos de la fundación de Jacona, cuando en 1555 el padre agustino fray Sebastián de Trasierra convenció a los pobladores de la antigua Jacona de trasladarse a un lugar más adecuado que les garantizara un mejor nivel de vida y desarrollo, pues el lugar en donde se encontraban se caracteriza por la aridez de su suelo, de poca productividad agrícola por falta de agua. Convencidos, los moradores se trasladaran al hermoso lugar en que se encuentra la actual Jacona, caracterizado por sus abundantes recursos naturales que han hecho de sus tierras una rica posibilidad para hacer florecer la vida.

Paralelamente a la fundación de la nueva Jacona, el padre Trasierra inició la construcción del convento y templo de san Agustín, obras que no pudo concluir pues fue cambiado al poblado de Sirosto, dejando en fray Nicolás de la Cueva la responsabilidad de su terminación, realizada en 1626.
El templo de San Agustín cuenta con una distribución arquitectónica en forma de cruz latina.

Está construido con muros de adobe y piedra de un ancho mínimo de 1.20 metros. Su techumbre original estaba hecha a partir de una estructura de madera y teja, con un plafón o tapanco construido con viguería de madera y duela que todavía se conserva. Contaba también con dos coros. Uno, ubicado en un mezanine construido con madera, junto al acceso principal, que aún se conserva. El otro, ubicado en el crucero sur, frente a la sacristía, fue retirado hace unos quince años.

La única nave con que cuenta el templo tiene orientación de oriente a poniente. Remata en el altar mayor, en don de se encuentra una imagen del patrono del pueblo, ubicada en ábside en un retablo muy particular, construido en nichos sobrepuestos, flanqueado por dos escalerillas laterales que permiten el peregrinar de los devotos hasta el lugar mismo donde se encuentra el santo a quien está dedicado el templo.

La fachada principal es sobria y se caracteriza por su gran paño liso en que se destacan únicamente dos columnas de cantera, adosadas al mismo muro, y al centro dos esbeltas ventanillas, rematado todo esto por una sencilla cornisa que sirve como corona al frontispicio.

Al centro de la cruz latina se encuentra una cúpula de sección octagonal que sirve de unión a la nave central y sus dos cruceros y originalmente contaba también con una estructura de madera y teja, hoy cambiada por estructura de fierro y lámina de asbesto. Por la parte interior aún se puede observar el plafón de madera con un diseño especial. Es un atractivo más de este templo.

En cuatro de sus lados, se encuentran otras tantas ventanas, y en los cuatro restantes se localizan cuatro pinturas que representan el escudo de la sede de la Iglesia Católica y el escudo de los agustinos. En las penichas que sirven de arranque a la misma cúpula hay otras cuatro pinturas que representan a los cuatro evangelistas.

Dentro de la misma nave central se encuentran cinco grandes murales. Cuatro de ellos con pasajes de la vida del santo patrono y el otro con el escudo de la Orden de los Agustinos. Todos, realizados por el pintor Rosalío González.

La torre de la parroquia se construyó en fechas muy posteriores a la construcción del templo mismo. Fue realizada durante el periodo en que estuvo como cura de Jacona don Alberto Pérez y fue remozada por el señor cura don José de Jesús Rojas, trabajo que fue terminado en 1946.

Antes de la torre, las campanas pendían de un madero incrustado en un robusto eucalipto que se localizaba en la calle Constitución, cerca del actual Colegio Plancarte.

Existían, hasta hace poco tiempo, dos coros. Uno construido con madera y piso de duela, con barandal de madera torneada, al que se puede llegar por el salón anexo y se comunica también desde la torre. Este es el único coro que actualmente existe. El otro estaba en el crucero sur, frente a la sacristía y contaba con las mismas características de construcción. Fue retirado en la década pasada.

Durante su estancia en Jacona, el señor cura don José de Jesús Rojas realizó varios trabajos de construcción en el templo de San Agustín: el cambio del piso de madera original; la construcción del altar mayor y el retablo; el baldaquino bajo la cúpula, característica que hacía a este templo único en toda la región y que fue demolido en 1987 por el señor cura Rubén Godínez López, al parecer sin las autorizaciones correspondientes, ni de las autoridades ni del pueblo en general.

Originalmente, el patio del templo de san Agustín estaba circulado por un muro, en el área que hoy día conocemos frente al templo. También había dos arcos iguales al que persiste sobre la calle Morelos. Uno de ellos en la colindancia con el Colegio Plancarte y el otro frente al mercado municipal, junto a la Notaría Parroquial, por lo que se contaba con tres monumentales accesos al área del templo. Los dos arcos demolidos fueron destruidos por órdenes del presidente municipal, don Leonardo Gallo, de no muy grata memoria en Jacona.

Adosados al muro que circundaba el área del atrio había catorce nichos que representaban las estaciones del Vía Crucis. Fueron destruidos en la década de los años sesentas.
En los jardines situados al sur del templo estaba situado, inicialmente, el panteón de Jacona, de donde fue cambiado recientemente al Panteón Municipal ubicado entre las calles Emilio Carranza, Arista, Arteaga y Aquiles Serdán.

Las fotografías son de Alberto Vázquez Cholico.

1 comentario:

  1. Me encantaria saber mas del pintor Rosalio Gonzalez, pues sus obras desde niño me han atraido, y que decir del templo, hermoso.

    julice07@prodigy.net.mx

    ResponderEliminar