El presbítero Alberto Caballero comenta que esta antigua casona zamorana tuvo un costo de venta de dos mil quinientos pesos en 1910. Como otras viejas casonas porfirianas en Zamora, ésta contaba con un corral y huerto en su parte posterior, en donde además de árboles frutales que proveían a la familia de diversos manjares, se criaban algunos animales para el consumo doméstico.
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