DESOLADO
De pronto aquel silencio
a paso de tormenta
y quieto, todo quieto.
Yo soy un niño triste
asustado y solo
ni me conoce el viento
ni conozco
mi corazón
henchido como un potro.
Sólo la nube negra
y aquel rostro
la oscuridad tan densa
y aquel pozo
que traga
y todo lo oscurece
de pronto.
La luna de sangre vino
manchando el lodo
y todo estaba desierto
desierto y solo.
¡Alguien que grite
alguien
no importa que sea un cobarde
pero alguien!
Este silencio de plomo
y los ojos redondos, oscuros
del viento
y todo tan lejano y tan oscuro
como un recuerdo.
El último crepúsculo
se ha muerto
y yo, tan solo yo
por el desierto.
Mayo 1o. de 1975.
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